martes

Embaucado

Renza camina
Desdoblando el paso
Agitada, insomne
Toma un café aguardando
Su destino terminal y pasadizo

Otro encuentro
Ironiza su existencia
Recitando sinsentido en sus libretos
Se persiguen en el fondo de una copa
Y coinciden blanco y negro entre sus sombras

Reconstruyen
La rendija que devela la cortina
Un rezago de futuro solidario
Y se vuelven a la cama sin remedio
Entre sexo, poco verbo y escocés
Con la alianza pesimista de sus vidas

Te amo
Suena rancio
Innecesario
Se te vuela
Se te sale
Se deshace en el aire

El embauque sobre el paño es una cita
Con la muerte en carambola
Trueque incierto con la muerte o la vida
Ganancia insalvable
La vida perdida en la partida
La vida partida en el puñal

Te quedó el carácter "Eddie fast"
esa herida que algún día postergaste
Ahora juegas contra nada ni con nadie
Tu oponente juega dados con tu ruina
Cuando quisiste embaucar
El amor te ganó la partida

Amarilus

Zarpa la bohemia en trance y tránsito
A arrebolar entre danzas, su canto.
Parto el vino y reparto el porro
Como la mies, y de su sal recojo el sueño
¿Para qué?
La noche está de adorno en la intemperie
se interpolan las alquimias sensoriales
con almíbar de sudores empollados
verbigracia del delirio colectivo
en el tecma individual y redundante

Amanece más temprano
El amor se adormiló entre los moteles
La ilusión se evaporó en los reflectores
En jabón de cortesía sin estreno
En paquetes de pasión encapsulados
En sandalias cenicientas incalzables
Soledad intermitente en la pasión
En vasijas recogidas de momentos
Soledad regresa a casa más inquieta
En la acera escupe ansias su pasado

miércoles

No me siento

Ya no me siento
Aludido en tu voz
Debo suponer que hay miles
De epitafios escritos recientes
En las líneas de tus palmas
En los cortes de tus plantas
Y sería demasiada
prosa, ingenuidad o despiste
Suponer que este alfiler, que soy yo
Se perdió de nuevo en tus cenizas

Acá...
al costado de mi umbral
hace un buen instante
que se apagaron los adioses
que los faros se agotaron
de recopilar despedidas

Seguramente vuelas
a reunirte con tus hadas
con tus duendes y montes
azules o verdes, gélidos o candentes
tan ajenos de mi estrecha
vereda gris transeúnte

Olvidé prepararte
Un tropezón en tu ruta
La pócima asesina de memorias
Los colibríes disueltos en mi tinta
La última tarea de tu vida
El primer vuelo en desnudez
El único tango en los labios
La alegoría del nunca en un baile
Y el abrazo que debí darte
Apretando duro el desencuentro

En alguna carta pedías
Que mucho no te nostalgie
Y en trocitos se me escurren
De los hombros y el cabello
Las fracciones de tu instante
Que es más tuyo que mío
No pude franquearlo como tú
Tanto así de fácil

Tranquila...
Ten la certeza
Sin suposiciones
De que yo desde hace rato
Ya no me siento aludido
En ninguna postdata
Ni en las citas o frases
Que me deja entre migajas
Tu telegrama en mi portal

Sólo las tomo
Como pretexto o motivo
Para albergar mis estrofas
Para encontrar sur o este
Porque tengo la certeza
Que yo no soy el aludido
En las canciones de tu nombre

sábado

El legado de Sumpa

Siguen espiando
con la eternidad en trayecto
La agonía a milésimas
de segundo en su contacto

En el filo del cansancio, Adoum pregunta:
¿Cuál de los dos murió primero?
Y no apunta de la tierra que rodea
Los espasmos detenidos en el tiempo
Incrustados con escarcha entre la arena
Que mantuvo conservando este fragmento

Entre el polvo que sacude las orillas
De la cueva tabernáculo de idilio
Se esparcía hasta los Andes la vehemencia
A encontrar en otros cuerpos el exceso

Al final del funeral de la ceguera
Se colgaron de sus ojos sus pupilas
Donde puede recrearse este epitafio
En los fósiles azules de las eras

La semilla que dejó entre los espacios
De las letras conjugadas en su hoguera
Se enterraron de rebote en su regazo
Gorgotearon en su cama las ausencias

Se reinventa el horizonte de su almohada
Ajustando los relojes pendulares
A la espera del abrazo en lejanía
A pulgadas de su lecho agazapadas

Al vaivén de sus secretos e intuiciones
Reiteraban con los actos el anhelo:
Ser, tener entre sus labios
Hasta el punto de salida de sus fines

Recostado vaticina, el vacío en el paso
ella llega como espectro, atraviesa estallándolo
Desplegando con sus piernas como un ave la tarde
Sobre el cándido goteo, en las ingles afirmadas

Anidada en su pelaje ella dispersa como hormigas
Conquistando territorios en la carne
Enquistándose, represando el desahogo
Absorbiendo en sus pulmones todo aliento

En ocaso desbordado en movimiento
El azul de las montañas los abriga
Y la arena los entierra entre las migas
Que dejaron salpicadas en el aura

Sobre vellos de algodón ahora se espuman
Los sudores que este pálpito sacuden
El sabor de los susurros se dilata
Abrigando el pabellón con un arrullo

Embalsaman esos cuerpos sostenidos
Aliento, ligereza, susurro y carne
Y la muerte los sorprende en el intento
De repetir el mismo acto en esqueleto

jueves

Mancha

Tengo percudido tu rastro
En el patio delantero de mis ojos
tengo impregnado tu rostro
en el ático nocturno de mi almohada

Y no hay forma de limpiarlo
ni tampoco despegarlo
mejor lo resigno
a dejarlo adherido
en el costado izquierdo
alrededor, abrazando
el amor confeso de mi solapa en fuga

Esperando

No pudimos quedarnos esperando
que nos lleve de raíz el huracán
para elvarnos de nuevo
de nuevo a ningún lado
y desroscarnos los ojos
y en total oscuridad
salvarnos a tientas del mundo
despojando el horario

No pudimos esperarnos y quedar
en algo simple que nos encuentre
humanos como muertos
abiertos como envueltos
levitación en abrazo
despegue en beso
despojándonos las hojas con el viento
deshojando los versos en los dedos

No esperamos y quedamos sin poder
arrojarnos de las bocas los ratones
rebuscarlos por la espalda
cosquillearlos en las nalgas
escribir los epitafios en la piel
redactarnos el destino haciendo huella
de la mano, codo a codo, de costado
abrigando con silbidos el futuro

Así mis palmas quedaron
Con anhelo de poder
econtrarme con las tuyas esperando

Muriente

Si decido morir, muero
me deshilo del fatal titiritero
Me destierro de los vivos por volver
A morir desangrado en la muralla
Que interponen cofradías centinelas

Muero, morando en mi marasmo
De recelo, desprecio y vanidades
Muero y cansado agonizo de regreso
Mientras leo tu verdad enmascarada:

Que no llego ni a los vidrios en tus pies
Que no alcanzo ni la estela de tu vuelo
Que muriendo quince veces y viviendo
Quince vidas no sadría desifrar:

¿Laberinto o telaraña?
¿Absolución o pecado?
¿Desamor o desperdicio?

Y tu muro que no logra de una vez
Caerseme del todo de los hombros

Sin tareas

No hay tareas en los días
Solitarios de tu ausencia
No hay deberes ni derechos incumplidos
De tu boca sólo queda la inocencia

No pretendo amordazar tus anulares
Dedos libres con alergía de rituales
No interesa que las cumplas o que llames
A mi puerta, cada vez o cada tanto.

Sólo aguardan estos brazos infantiles
Sólo espera mi nostalgia en su jauría
Minuciosa reperchando las palabras
De tu azul, bucal aullido en mi ventana

Si te vas, relámpago en fuga de luna
No te vayas sin morirte de la mente
Al final del arco iris en tu vientre
Mojaré mi desamor en tu mandala

Si el camino se te sale de los pies
Difumina tu dolor con mi fraseo
Desaullenta las heridas de los vidrios
Incrustados, depresivos en tus plantas

Si tus ojos se pernoctan en los versos
Que te dejo como espuma en tu ensenada
Dame un signo, contraseña o talismán
Que me lleve de regreso a tu morada

miércoles

Envoltura

Donde se agita el alma
Donde se abisma la luz
Donde se estira la piel
para envolverlo todo

Donde el aroma inunda
y te sostienes con los labios
de su boca que tiembla sosteniéndote

Ahí,
donde se agotan los segundos
A cada sorbo de deseo

Ahí,
te encuentro,
te espero
Informe, pálido, eterno

31/12/07

lunes

Fuera de todo

Noche extinguida en luz azul
saturada en su halo violáceo
Cinco treinta,
horizonte inefable
trayecto implacable
del bagaje horario

Se despegan los labios
hasta las comisuras
Lengua salivada
Sudor azucarado
Retención serpentina
De la esquina en sueño

Arrinconando el onírico
faldón molino de deseos
el corazón en impulso
se desborda en géiser
péndulo sólo de ida
almohada de un sólo retorno.