martes

Hermandad

I

Me convido los vapores de mi boca
que ahullentan el horario de trabajo
que espantan los diarios ajetreados
y a disparos, de aliento y fuga
disipo la agenda y me suspendo

trasladado a la estela de una nube
este flaco minutero
batalla con las horas
y declaro
a mi hermano querido

que por efecto de la ausencia debemos
acusarnos de demencia temporal
y cruzar de la mano la vida
pues atardece la edad
y lo niños que fuimos

II

La palabra condensada en crucigramas
el patio fragmentado en territorios
el Larousse descocido y el tablero
nos hablaba dormido
en sueños

Conan Doyle en su acertijo
fuma entredichos en su pipa
jeroglíficos resueltos por huérfanos
hasta la última gota vespertina
sedientos de juego y duelo

repasamos acordes arrugados
en papeles mimeografiados
entre cuerdas mi voz fina
secundaba tu armonía popular
encandilando al silencio

esquivamos terrazas y cuervos
el miedo con raspones se espantaba
y en el cuarto el escondrijo perfecto
por la noche fabricábamos palacios
con cobijas heredadas de abuelos

III

El olor de la tierra
la anécdota en goles
batallas tribales
con armas estiladas
de pandillas infantes
los pies remendados
las madrugadas noches
el anhelo esparcido
con escarcha de colores
los días escritos
y siempre subrayados
de borrones diáfanos
e indelebles tachones

2 comentarios:

Gustavo Calderón dijo...

Pasé a leerte. Un abrazo.

Javier Valencia G. dijo...

Gracias por la visita mi amigo Gustavo