sábado

Por lo tanto

El mundo se achica encerrándonos
La soledad se deshoja en el pasillo
Y se revuelve en torbellino
Se sellan cada día, cada salida
Y sólo queda el mismo laberinto
Por desanudar

Por lo tanto que tuvimos
Debería brindar con el vino derramado
En el alcohol de mis heridas
Que me dan de comer matutinas
Inyectándose en lo seco de mis venas

Abismos en vereda y muros
con fantasmas y extraños
entre mofas abarrotadas de sarcasmo
Por lo tanto que me ha dado la muerte
Abundada en vibraciones y pulsos
De mis pies torcidos y mi sonrisa sórdida

Amanecida en las lagunas mentales
Que rescatan en la resaca la idea
del bucólico partir sin regreso
Para desgarrarse el seso
Y replegarse la piel
Como una prenda ajena

Por lo tanto que puedo decidir
Tomar cartas y sostener el deseo
Como un As bajo la lengua
Temperando el desgano
Y ahuyentando la pereza

Decidí, sacudir las polillas
Que se empolvan en las calvas
Salientes de mi frente estrujada
Y alzar a ver al cielo en aguacero
Para enjuagarme los párpados salados
Y tomar la vida por los cuernos

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