miércoles

EN RESPUESTA

Partiendo de la estrofa
Que dividió tácita los rumbos
Me promulgo reiterando los adioses
Compilando los ratones de tu infierno

Sufro las lágrimas
Y me disuelvo en orquídeas
Que parió la semilla entre tus dientes

En tu miedo desespero
Y remiendo tu agonía con espasmos
Que pernoctan en preguntas sin respuesta

A la par de tu nada me agoniza
El fracaso que intentaba alumbrar ese vacío
De guardarnos los espacios del destino

Retomé las palabras como un réquiem
Con crueldad, furia, gozo y desencuentro
Muero y vivo en cada huella que descifro

En el muro que pusieron
Las amargas tretas crudas del destino
Tu naufragio, mi rutina, los cansancios

Se borraron pasos
Se secaron besos
Se apagó el deseo
Se anudo de más el lazo

Me caí en tu adiós
Y no estaban tus brazos
Anticipé mi lápida
Divagando tus labios

De igual manera
Instantánea, rápida
Se extinguió tu nombre
y tu lástima se excusó de mi enanez
El desgano se filtró en tu ventana
Para matar sin piedad mi niñez

Prefiero esfumarte
Mata mi cordura el recuerdo
Inexplicable de tu huída
Que agotó las esperanzas de nacer.

domingo

Como volviendo

Retomar el camino
La noción, el espacio
El punto de partida
Cambiar lágrimas
Y alfombras vejadas
Por flores y mistelas
Por bailes y licor
Pausados en olvido
Abrigando horizontes

Absolver el futuro
Del pecado pasado
Anticipar los pasos
Arrojarlos en ritmo
El reloj sigue
Empañando compañías
Y se ajusta al horario
Sin filtrar más soledades

Morder cosquilleando
Los ombligos infantes
De la propia incomparable
Carne, hueso y porvenir
Improvisando juegos
Ilusiones o venturas
De la mar y su borde nutridas
El sur o norte navegando
Siempre está, nunca se mueve

Así, como diciendo
De esta forma o manera
Lo propicio nos enfrenta
Lo contrario nos afecta
Y que importa la secuencia
Repetida de vivires
Transeúntes del espacio
Sin rastro ni seña
Que se jactan de morales
Poseídas por herencia

Es que vinimos parcos
A servir de espectadores
De la escena sin sentido
Que gobierna en nuestra ruta
Que pernocta en nuestra mesa
Que nos cobra la receta
Que nos quita los insomnios
Embocando nuestra boca
Con discursos revueltos
En fracasos confesos

Ahí les dejo candidatos
A lo mismo de siempre
Yo me quedo mordisqueando
Los ombligos abismales
Merodeando irreverente
Mis orillas fugaces
De mis vidas satélites
Adecúo el calendario
La semana, el obituario
De los muertos en vida
Que todavía se me escapan
Como arena de los dedos

Sólo queda mordisquear
Mientras sólo se pueda
Los ombligos infantes
Para dormir en su abismo
Para soñar en sus voces
Que arrullan mi desvelo
A golpe de instantáneas
Que pernoctan en mi cama
Que sacuden en mis lienzos
Los colores
Las notas
La memoria

De que vivo buen vivir
Por vivir para verlos
En su abismo reluciendo
Como estelas polares
Embriagados de tierra
Acunados en el mástil
De sus nuevas aventuras
Pequeñas, de oropel
Infinitas de papel
Que me asaltan atrevidas
En mi mundo suspendido

jueves

Un adiós, es un adiós

Un adiós es un adiós con una vía
Intransferible, personal, irrepetible
Numerosas despedidas heredadas
Que cansadas de agotarse y adherirse
Desembocan en la palma de una mano

Un adiós es un adiós en consecuencia
Platonismo que evidencia lejanías
Es suricir con decisión inconciliable
Los retazos recogidos del portal
Que despojan esperanzas meditadas

Un adiós es un adiós inevitable
Es perder el juego justo de entregarse
Enterrando los fraseos ya imposibles
Que embriagados en los vellos se prolongan
Entre gotas, horas grises, bocanadas

Un adiós es un adiós imprescindible
Si no quedan más palabras que el pasado
Si nos duele ver de lejos todo el mundo
Que recuerda lo perdido al despedirse

lunes

Hada y bruja

Espuma cobriza
Que asciende de su sangre
Desbordando el vino de mi copa

Cigarra en trance
De verso y epítome
Desbocada al cielo en espiral

Relámpago invertido
Brote eruptivo
Despegando en torbellino

Reflejo absorvente
De los ojos al sol
Velando instantáneas de su viaje

Esquiva, inconquistable
Contrapuesta en soledades
Evadiendo ligaduras

Cuando vi llegar
Tu pequeñez apurada
En sorbos de café y confianza
No pensé en tus minutos
Sino en mi eternidad

No cumplí el requisito
De alas maduras para alcanzar
Las estelas o el polvo
De medusas en tus muslos
De tu pubis en fuga vertical

Imagino que tropiezo
En tu cubil como un flash
Otro instante en tu infinito
Otra víctima que reincide
tu poción de canela y sal

Que mis alas maduren
Para en vuelo poder sujetar
Los anhelos de mis yemas
En tu mandala umbilical

Se nos traspapelaron confusos
Los adverbios de tiempo y lugar
Los pronombres conjugados en plural
Los rincones del respiro abdominal

Rezagados nos quedamos en las rieles
Mi ternura, mi esperanza, mi espejismo
En tu seno, tu matriz, tus soledades
Tu vestido electrizado impenetrable

Pues vete!!! luciérnaga fugaz
Deja empañado tu minuto en mi portal
Tu minuto me escarchó toda la edad
Que resulta imprescindible asesinar

Colibrí que abundaste en falsas
Esperanzas, esperas, capítulos
Que retaste a mis ganas claudicar
Absorviste mi néctar y no vas más

A golpear mi ventana
A insistir en besar
Mi mirada iluminada con deseos
De deshojarte y volverte a deshojar

Reflejo

Se me escapa tu boca
De mis comisuras
Las ganas empapadas
En la migaja que deja
El instante guardado

No queda fe
Ni tu mano, ni el aroma...
Se resbaló del hipotálamo
Se disolvió en mis neuronas
Cansadas, de cantar hasta nunca

Pero no demora
En cocinarse el olvido
Bastará quizás otro clavo
De pronto mejor una pinza
Pa' deshojarme tus esquirlas

No preocupes
El alma levantó
Su marcha en tierra
Ahora ya con alivio
Se desenfrena cuesta arriba

No muere el poeta
Porque nació en otra era
En la infantil burla
En la adolescente treta
Y no adultece, se rebela

Por fin lo encontré
Sobrevivió el invierno
De mi joven adulterio
Y en absurdo escondrijo
Me sonríe temprano en su espejo

Ahora acuso recibo
De mis eras engranadas
La orginal auténtica
La aprendida a la fuerza
De buscar imposible
mundo ajeno, inaccesible

Duros treintaitrés
y van ene, de equis vidas
Sólo queda la ignorancia
Y parir de nuevo el firmamento
descubierto al pasar su colina
para sortearla de nuevo

¿Qué me encontrará?
¿Qué resumiré?
Mi reflejo remendado
esbozado en acertijos
taraceado en sortilegios

Miope de lágrimas secas
Catáratas reventadas por tu tedio
Astillaron el cristal de mi espejo
Descompusieron el retrato
Y engendraron mi síntesis

Reflejo de mis barbas
Remojadas de pecados
Reflejo de mis párpados
Entrecerrados de hedonismo
Reflejo de mi espalda
Arqueada en sexo y plegaria
Reflejo de las cruces
Que amamantan mi ceguera

Alguien lo dijo
En son de broma o hipótesis:
"Has caído en cuenta, el reflejo
No es en realidad tan veraz,
mas oposición inversa.
O será mejor pensar
Que al otro lado del reflejo
esta el reflejo original"

jueves

Tu silencio

Sin nisiquiera el susurro
De vocales por mi muesca
Se prologan soledades
en mi gélida alcoba

Se me aturde en la espera
Los pulgares de mis letras
Atropello tu presencia
Con pretextos rebuscados

Aullento a los demonios
Que pernoctan en mi oído
Vaticino más ausencia
Y la disuelvo en la esperanza

De escuchar tu tecleo
En la borda del espacio
De saberte como sea
Aunque sea en monosílabo

Y nada...
El silencio espectral
De tu fantasma en vilo
Entre limbo y firmamento

Osarás reencontrarnos?
Claudicaste en el estrello?
Volverás en carne viva?
O me dejarás adir

tus polillas empolvadas,
los pestillos con aldaba,
la morada entumecida,
el candil envitrinado.

Ausencia

Luego de años, tracé de nuevo, la tangente por tu círculo
Mundo ahora ausente, que apenas rocé.
De donde volví a nacer, volví a amar, de nuevo y al fin
Creí poder, entrar entero para hundirme en tu portal

Pero sólo fue un soplo, que me extrajo mi respiro
Sedentario, vacío, ignorante y perdido
Que me dejó un recuerdo, que me abre a ratos
Sus puertas para espíar en él.

Leí entre líneas, mi ausencia en tu pasado
Mi mayor experiencia, es ahora tu vergüenza
Lo que yo entraño, fue barrido de tu mente
Imprescindible anularlo, aunque duele, lo entiendo.

Y yo, con orgullo latente
Contaba a todos la historia, reviviéndola
Ahora nada, a inventariarme en los olvidos
A tomar el papel, del necio, el imbécil, el verdadero.

El ex-participante, de un instante perdido
El oficinista que conquista el confort
De lunes a viernes, ocho horas de corrido
Aullando el almuerzo, vaneando el dolor

Y te sigo dejando
Velas rojas encendidas
En mi patio trasero
En tu santuario de notas

Que costoso entendimiento
Fui borrado de una historia
Que una vez para mi fue el cielo
Ahora sólo caben derrotas

Debo salir, de mi prisión acolchada
Debo partir, a interpretar mi historia
El pedazo de vida que me falta
Se me ha perdido en tu abrazo

Te pido que lo encuentres, alojado en tus senos
Recógelo tierna, y devuélvelo
En una carta que aleteando
Venga conmigo al destierro

miércoles

Distancia

Escapa de mí
Huyeme, sal corriendo
Quema las palabras
Arrójalas del lamento

Que no encontramos salidas
Para llenarnos los vacíos
Para entrelazar los falanges
Para aterrizar en mutuo puerto

Aléjame
Distánciame,
distorsióname
Defragmenta lo escrito

Empora la muesca
Rellena el cerrojo
Devuelve el aliento
Ajusta el camino

Y parte contigo
A tu mundo divino
Sepáralo del mío
Escóndelo, sumérgelo
En agua negra en petróleo

Para perderte de vista
Para olvidar de cansancio
de esperar que el mensaje
se me rompa en las manos

martes

En medio

Hojas secas que deslizan su caída
Su trayecto serpentino hasta la tierra
Olisqueando los umbrales del silencio'
Abortando la misión interrumpida

Flores secas que empalizan el reverso
De la pálida rutina repetida
Abarrotan el caudal entre mis venas
Desabrochan los ojales de mi pecho

Después del encuentro
Con el burdo y satírico espejo
Empañado de cantarme las verdades
Pesadilla de vapores y destierros

Me retomo, me rearmo, me extrangulo
Me asesino y me conformo en nuevo sino
Adelgazo mis edades en el filo
En el cruce del ayer y lo que viene

En el cruce de vejeces que atesoro
Intersecto las lombrices transeúntes
La crisálida flamante de mi hoguera
El panteón encenegado de mi oficio

Solitario, refraseo mi ignominia
Embarcado en oscilantes medias lunas
Medias vidas que epeculan el ocaso
Insalvable de mi adiós antepasado

No borremos el escueto garabato
Que improvisan nuestros hados a lo lejos
No impulsemos con ficciones nuestro eterno
Redondeo exacervado del futuro

lunes

Etiqueta

Compañera con panela
Panela, pana, pañuelo
Paño, entrañado revuelo
Trabalenguas de mi olvido matinal

Con la pena, nostalgia, final
Desencanto desapego, desmemoria
Este par no pudieron calzarse
Los falanges de sus pies entrelazados

Puñalera, puñazo, puñal
Puya, puyazo, destierro
Auto exilio mi palabra del portal
Aldaba, cerrojo y sello

Miedo, flor del día, pájaro frígido
Flor de piel, antología en mis oídos
Me destierro hasta los nuncas inefables
La verdad me ha expropiado del trapecio

Puño, inesperado golpe ciego
Golpe bajo entre mis cejas insomnes
Estrellado en el umbral de mis temores
Recopilo tus aullidos para hundirlos

Disolverlos
Devolverlos

Río

Río,
con graznidos en compás
Cuando el lloro no acumula su caudal
río, lago o torrente
Y mi estómago suplica en abyección

Río,
Con ladridos guturales disonantes
Evadiendo la tensión cuando me aturde
La armonía, las entrañas o mis sienes
Frente el necio, fanfarrón o al prepotente

Río,
Con punzadas que sacuden el ombligo
En el lapso interminable de un pinchazo
En la mano del doctor o del paciente
Que medican mi niñez abanicada

Río,
Con estoques de mi voz estomacal
Si culmino, desentraño o finiquito
Algún trato, obviedad o desatino
Conciliando sin dejar de reclamar

Y de reír y reír, olvido
El pinchazo, la tensión, el desatino.
Al cabo de unas risas
La nostalgia se desboca en río.

Luciérnaga

Noche invernizada hasta mi infierno
Horizontal, hipnotizada, silente
Vino al negro raso cielo interrumpir
Caminando un insecto intermitente

Polilla electrizada en fuego verde
Adefecio diminuto que incandesce
La vigilia montuna de los buhos
Transmutando la maleza en aeropuerto

Luz bombilla, espolvorea nuestra alcoba
Inframundo donde duermen mis temores
De los labios que recitan en el sueño
Disolviéndolo en mi lengua serpentera

De sus alas se circuitan dos candiles
Dos estrellas fulminadas en encierro
Que rebosan en el borde de su cuerpo
Aleteando el firmamento en celo

Si el misterio no tuviera su ficción
Y del tiempo algún engendro subsistiera
Este bicho con sus luces mordisqueara
De las hadas y los duendes la memoria.

Recogiendo pasos

Ciudad enredada de miradas vacías
Ciudad cuadriculada, aprisonada entre pisos
Ciudad racista solapada, de pureza alienígena
Ciudad desalineada, indemne, agotada

No pudieron entre los muertos
Confabular algún nicho, una clave de entierro
Solo queda, en su pureza un manto blanco
De las entrañas de que brotan de sus senos azules

Ahí, tardé en embelesarme
Entre las rocas de frío vapor
Inmacule los cimientos
De mi columna vertebrada

Me rocié del salpicón
Gélido, ventoso, insípido
Una bruma a destajo me arreció
Como un shaman petrificado, eterno.

Roté sobre mi eje en planetario
Rociando cada poro de mi anhelo
De absorverme en el ánima del agua
Y franquear mi río en otra aura

Con mi duende, reescribimos en las piedras
Por la rieles agotadas de otra era
Dimos cuenta de imposible cruce
Infinito, enterrado en la memoria

Sorteamos rieles, adoquines, pasamanos
Subibajas, espejismos alfombrados
De hojas muertas, tierra seca, intolerancia
Periferia que rodea un mausoleo