martes

Hermandad

I

Me convido los vapores de mi boca
que ahullentan el horario de trabajo
que espantan los diarios ajetreados
y a disparos, de aliento y fuga
disipo la agenda y me suspendo

trasladado a la estela de una nube
este flaco minutero
batalla con las horas
y declaro
a mi hermano querido

que por efecto de la ausencia debemos
acusarnos de demencia temporal
y cruzar de la mano la vida
pues atardece la edad
y lo niños que fuimos

II

La palabra condensada en crucigramas
el patio fragmentado en territorios
el Larousse descocido y el tablero
nos hablaba dormido
en sueños

Conan Doyle en su acertijo
fuma entredichos en su pipa
jeroglíficos resueltos por huérfanos
hasta la última gota vespertina
sedientos de juego y duelo

repasamos acordes arrugados
en papeles mimeografiados
entre cuerdas mi voz fina
secundaba tu armonía popular
encandilando al silencio

esquivamos terrazas y cuervos
el miedo con raspones se espantaba
y en el cuarto el escondrijo perfecto
por la noche fabricábamos palacios
con cobijas heredadas de abuelos

III

El olor de la tierra
la anécdota en goles
batallas tribales
con armas estiladas
de pandillas infantes
los pies remendados
las madrugadas noches
el anhelo esparcido
con escarcha de colores
los días escritos
y siempre subrayados
de borrones diáfanos
e indelebles tachones

jueves

La espera

Es abril, siendo marzo
chispea y las paredes
recogen trenes en descenso
que se estrellan y engordan
dejando su estela

como puntos suspensivos
como hijos sucesivos

El ajetreo difumina nubarrones
que escalan las terrazas vestidos
con su traje empañado,
para bailar en el aire
atardecer las veredas
y pausar los ajetreos,
en una instantánea de trueno

Y en solitario, los padres
los hijos, los hermanos
parecen esfumarse
con la niebla lamidos

Y en parejas, tríos, quintetos
Las madres, con sus crías hermanas
Invaden la quietud, trizándola
con su encanto de voces

Llegará la noche
Con la plena certeza
de suceder a la tarde

lunes

Mutis

Tras bastidores
te engendraré mítica
bajo la luna silente
bajo la niebla oscura
con mi voz profunda
evocaré el silencio

Tú, prospecto de Híades
empaparás mis palabras
con tu danza en claroscuro
diciéndolo nunca, derramándote
en los brazos amantes
de subalternos, pajes

Te esfumarás entre nubes
cobijarás el firmamento
el oleaje silente
de tu cuerpo inmenso
abismo que inunda
remoja y engulle

En tu espalda ligera
mudaré el amanecer
tatuaré mi calma
en la hierba silente
prójima del rocío
de tus poros de aguasal

Luego escamparás.
Se secarán en vapores
mis trapos, las pieles
despojadas y puestas
con cada lluvia
que asoma pasajera
en mi privado parterre

Y Tú, nube foránea
de mis hábitos y soles
habitarás de cristales
mi casco polar
para encarnarte en mi carne
como escarcha insoluble

Silencio

Preferible la mirada
cristalina incitante
que rompe en mi frente
su luz en avalancha

Preferible de lejos
espiar tu bailante
silueta pasajera
entre manos cómplices

Preferible suponer
Que todo está dicho
y mantener la distancia
para no distinguirlo

Preferible en la práctica
Yo ajeno, Tú libre
preferible el verso
tácito, inescribible

Preferible la ignorancia
que contradictoriamente
nos hubiese mantenido
reposando virtudes

Preferible guardarme
postales que mi anhelo
comerá en pequeñas porciones
hasta volver el viernes

Preferible silenciar
las conversaciones fútiles
y decirnos mejores cosas
mejor durante el baile