Luna pescada con anzuelo de tierra
Mundo esquivo que de cuando en vez
Recoge astillas de mis ojos tuertos
Y me deja el eco, el susurro blanco y negro
Mundo ajeno, que atraviesa la vitrina
Y se esfuma, y se espuma en la garganta
La rendija intermitente me convierte en espía
Voyerismo crónico, alto flujo en bajamar
Luna venusina, femenina irracional
La burbuja placentera de tu voz se me incrusta
Se acerca, madura, muere y se va
dejando el rezago, su fantasma y el andar
Visto mis noches de hielo y parafina
Cuenco los ojos en ojeras violetas
Parto la piel, rasgueteando mis barbas
Cuento suspiros y la noche se acaba
El cuarto adjunto, se aletarga y desvanece
Y sus luces repican en tránsito y alarma
Se ventila el polvo entre polillas y escarcha
Soledad convincente, se acostumbra al frío
Ni otro cuerpo, ni en quien pensar
Colección de latidos, y bandadas de humo
En su huída flotan vagabundas ambas
el inerme espacio que no dejo ocupar
miércoles
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